Para muchos papás el rechinamiento o apretamiento de dientes, especialmente nocturno, de sus hijos, supone un motivo de consulta.
Lo que debemos saber del bruxismo infantil primero de todo, es que es normal y natural. El movimiento de la mandíbula contra el maxilar un par de años antes del recambio dental, es decir hacia los 4 años, ayuda a que los huesos se estimulen y crezcan adecuadamente para facilitar a que los dientes definitivos que, por lo general, miden más que los de leche, tengan cabida y se ordenen adecuadamente en la arcada dental, minimizando la posibilidad de apiñamiento.
A pesar de que el bruxismo infantil sea una situación fisiológica, es decir normal, es conveniente que sea valorado por el Odontopediatra, ya que a veces el bruxismo está exacerbado y puede poner en riesgo a la estructura dental de la dentición temporal.
En estos casos más severos, también hay que analizar otras posibles causas, como el estrés, sobre las que informamos detenidamente en Clínica Galván Dental Kids.