Conforme los niños van creciendo y se van desarrollando, podemos observar los primeros signos de que su alineación dental o su mordida puede ser incorrecta.
Por eso, los aparatos de dientes para niños están a tu disposición para asegurar que su boca se desarrolle de la mejor manera posible. Así, podremos evitar futuros problemas que deberían solucionarse a través de tratamientos más aparatosos, como la cirugía ortognática si hay que corregir la estructura de la mandíbula.
¡Es muy importante que tus hijos acudan a la consulta del dentista desde que son pequeños! Así, podremos detectar los signos que nos indican que podrían necesitar una ortodoncia interceptiva para solucionar estos problemas tempranos.
Recuerda que, según la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), es aconsejable que la primera visita se realice a los 6 años.
¿Qué indicios señalan que los niños necesitan aparato para los dientes?
Esta primera visita nos ayudará a detectar cualquier tipo de anomalía en su fase inicial, además de revisar su estado de salud bucodental y darles pautas para mejorarla.
Los indicios que podemos detectar y que implican que los niños necesitarán aparato para los dientes son, entre otros:
- Pérdidas prematuras o tardías de los dientes de leche. Desajustan la dentición permanente, ya que no dejan el espacio que necesita la pieza definitiva para erupcionar.
- Problemas al masticar o morder. Otro signo que indica que debería utilizarse aparato de dientes en los niños es su oclusión y mordida. La consecuencia más importante es la mordida cruzada, por lo que hay que prestar atención a cómo los niños realizan estas funciones.
- Espacios interdentales. Pueden aparecer porque hay piezas dentales insuficientes, ya sea porque no son lo suficientemente grandes o porque la arcada dental es demasiado ancha.
- Erupción tardía de los dientes. Esto puede ocurrir tanto en los dientes de leche como en los permanentes. Hay que tener en cuenta que cada niño es un mundo, por lo que ante cualquier duda es importante acudir a un odontopediatra.
- Succión del pulgar. De por sí, este es un reflejo completamente natural en los más pequeños. Pero si se alarga en el tiempo, puede provocar que los dientes posteriores se inclinen hacia delante y los inferiores hacia atrás, dando lugar a la mordida abierta en la que los dientes no encajan como deberían.
- Dificultad al hablar. Esto podría indicar que se está interponiendo la lengua a la hora de realizar la acción, por lo que recomendamos consultar a un dentista, además de a un logopeda, por si el problema se debiera a una maloclusión.
Todos estos indicios podrían solucionarse con una ortodoncia interceptiva. Este tratamiento guía su desarrollo mandibular y les ayuda a solucionar todos los problemas que se presenten en este ámbito.
En Galván Dental Kids estamos a tu disposición para ayudar a tus hijos a crecer con una salud bucodental perfecta. ¡Llámanos! Estamos en Valladolid.